Galería Espacio Lobo
Exposición
La eterna mirada
Fechas de inicio y cierre: 25.11.2021-16.02.2022
Artista: Marcela Lobo
Para Marcela Lobo (Ciudad de México, 1959) el viaje se ha convertido en una parte intrínseca de su vida. Descubrir nuevos parajes, su esencia, su historia, detener la mirada y captar instantes que se hacen eternos en sus fotografías, han definido la poética de esta autora.
“La eterna mirada” constituye la primera exposición fotográfica de la artista en Espacio Lobo. La muestra se concibe como reflejo del recorrido visual que en “Tierra y Agua”, su más reciente publicación -de la mano de la Editorial Turner-, lleva a cabo Marcela Lobo a través de diferentes sitios y puntos cardinales del planeta.
Con imágenes capturadas desde España, Namibia, Estados Unidos, Islas Feroe, Islandia, China, hasta otras tantas locaciones, la obra de Marcela no se restringe a un estilo, una técnica o un género. Si bien a lo largo de su trabajo ha ejercido la fotografía artística, entendiendo por ello el empleo más metafórico de la práctica, asimismo se ha sumergido en una fotografía que pudiéramos considerar documental, bitácora de viaje, un poco más identificada con el paisaje, su gente y las experiencias vividas por la artista en cada uno de sus periplos. Viajes en los que va encontrando un motivo sobre el cual detener su mirada, una mirada con la que eternizar el motivo.
Las piezas escogidas para la presente exposición se encuentran dentro de esta última línea de trabajo. Cada una de ellas guarda el peso de la mirada que escoge y remite, de esa manera, a la permanencia de aquellos espacios habitados por la naturaleza o por el hombre, en los que las huellas tanto de una como del otro coexisten en tiempo y en lugar, de manera física y referencial.
La artista recrea ante nosotros una selección de fotografías de mediano y gran formato, que, empleando el lei motiv del paisaje, desdobla su mirada más personal del mismo. Y es que Marcela Lobo no asume el paisaje como género al uso, sino que en el sentido más amplio de la palabra, lo concibe como una panorámica de su visión del mundo, incluyendo imágenes que comprenden exteriores, interiores, escenarios naturales, construidos, paisajes humanos y todo aquello que le interesa. Su obra se detiene así ante la vida en su total complejidad, al tiempo, a la inmediatez, a la inmensidad, a eso que nos une y nos separa de este mundo: “quiénes somos, a dónde vamos, y de dónde venimos”. Se trata de una especie de manifiesto filosófico, ese que se esconde tras el significado de sus piezas, cual oda a la armonía de la madre tierra, a la belleza de la misma.